Cada 21 de diciembre se celebra el Día Mundial del Baloncesto, fecha en la que se jugó el primer partido de baloncesto en Estados Unidos como una actividad física que pudiera ser practicada bajo techo durante el invierno, evolucionando en una disciplina deportiva mundialmente practicada y con un importante impacto global en áreas de educación, economía, bienestar físico y desarrollo social.
Claro ejemplo fue la gran euforia generada por las selecciones estadounidenses, tanto femenil como varonil, durante los Juegos de París 2024, cuyo interés global generó altos niveles de audiencia televisiva y en redes sociales, ventas de entradas elevadas, ingresos sustanciales de patrocinadores, streamings y medios de comunicación, así como venta de mercancía oficial, atrayendo a miles de espectadores y amantes del baloncesto de todo el mundo a asistir a un partido contribuyendo a una derrama económica local a través de consumo de hoteles, restaurantes, transporte, entre otros, creando también una nueva vía para promover relaciones entre países de derechos deportivos.
En México, cabe destacar la importancia de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, clave del crecimiento del deporte en este país, además de la participación de Capitanes en la liga de desarrollo de la NBA, la G-League, reforzando el prestigio del baloncesto mexicano y mejorando oportunidades para que jugadores nacionales se proyecten.
“En nivel general, el basquetbol ha avanzado. Cuando era atleta había pocos escaparates; si no tenías recursos para ir a Estados Unidos, tocaba estar solo en locales. Hubo un proyecto de una universidad que se hizo franquicia y de ahí un equipo profesional con universitarios. Luego se dieron las academias de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), un proyecto de carácter público con 10 sedes en diversos estados que buscaban encontrar atletas para selecciones nacionales y que ahora son becados para universidades en México y en Estados Unidos”, señaló Gustavo Romo, director financiero de Capitanes.
De igual modo, recordó que Capitanes es un proyecto mexicano que está a un paso de la NBA. “Para nuestros jugadores de academias da otra visión a otro tipo de basquetbol: os niños ya saben más sobre nutrición, educación, psicología y el futuro como un jugador que aspira al máximo nivel. Ya hay un enfoque más profesional con entrenadores internacionales”, complementó.
Más allá de una actividad recreativa o competitiva, el baloncesto ha fomentado el desarrollo físico, mental y social como parte de la formación integral de hombres y mujeres, ya que, al practicarlo, se desarrollan habilidades motrices e involucra la enseñanza y práctica de valores fundamentales como el trabajo en equipo y la perseverancia, creando un papel crucial en la promoción de equidad de género, rompiendo estereotipos y promoviendo una mayor igualdad en el deporte.
De este modo, se creó la Liga Mexicana de Baloncesto Profesional Femenil que visibiliza el talento femenino en una disciplina tradicionalmente dominada por los hombres, inspirando a nuevas generaciones de niñas y jóvenes por perseguir sus sueños. También se consolida una mayor afición por el deporte que fomenta el apoyo de patrocinadores y el desarrollo de jugadoras locales, además de la promoción de programas para niñas y jóvenes que generen un cambio cultural en el deporte mexicano.
“El profesional es un faro para poner ejemplos a niñas que antes no lo tenían. Ahora tienen con quién inspirarse; la afición mexicana sigue mucho a las figuras, se impresiona con los top, eso hace que también crezcan oportunidades para las propias jugadoras. En México, las universidades cubren una base muy importante para el desarrollo del deporte, pero concluye con sus 23-24 años y no debe quedar ahí, por eso la importancia de una liga profesional, con calendarios fijos, staff profesional, publicidad e instalaciones adecuadas que impulsan al deporte como tal”, comentó Lisandro Leone, exentrenador de Libélulas de la LPBF.
Cabe señalar que la Universidad Anáhuac México impulsa el deporte entre sus estudiantes para crear un ambiente de colaboración y competencia sana que fortalece el sentido de la comunidad, formando individuos comprometidos con su desarrollo personal y profesional, por ello, además de los equipos representativos, se fomenta la práctica de clínicas de baloncesto mixto como parte de la oferta de talleres electivos que deben llevar los alumnos durante la licenciatura. De este modo, el baloncesto se convierte en una herramienta poderosa para construir una sociedad solidaria, que fomente el respeto, el juego limpio y ayude al desarrollo integral y bienestar de todos.
“Dentro de las clínicas, los alumnos que se inscriben a basquetbol se transforman a lo largo de cada semestre con sesiones en las que aprenden y desarrollan las habilidades necesarias para jugar el llamado deporte ráfaga. Ejercitan fundamentos básicos del deporte, dominan el reglamento y, en gran medida, exploran su potencial deportivo. La experiencia es inigualable, ya que también hacen amigos del deporte que son para toda la vida”, compartió el Mtro. Arturo Baruch, docente de las Clínicas de Basquetbol en el Campus Norte.
Más información:
Escuela de Ciencias del Deporte
Mtra. Sabrina Monserrat Andrade
sabrina.andrade@anahuac.mx